miércoles, 27 de junio de 2012

Una vez me enamoré


Una vez me enamoré de un oso, me daba besos gigantes, era amable y siempre me cargaba. Un día lo cazaron, mi oso se fue para siempre.

Otra vez me enamoré de un tiburón. Devoró de mí casi cada parte de vida y sobreviví de milagro. Tuve miedo del mar por un tiempo.

Estuve enamorada de un turpial, y me cantaba al oído cosas lindas. Imposible de asir, imposible de abrazar, imposible de besar, imposible de amar. Voló.

Estuve enamorada de un guepardo. Corrimos juntos, me hacía reír con frenesí. Todo fue frenético, en el camino lo perdí.

Me enamoré de un pavo real. Era el ser más bondadoso, más compasivo, pero el resplandor de sus plumas me cegaba. Nunca más lo volví a ver.

Recuerdo que me enamoré de un pato salvaje. No teníamos paraje, un día estaba, otro me escribía de más lejos, de más cerca. Lo quise con el alma, no sé si el corazón errante sabe querer.

Conocí una vez un león. Y le veo más su alma que su melena. Ruge y luego ni se siente. Una vez me enamoré de un león…



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