A mis abuelos, "El negrito aquel" y "La de los ojos pardos".
"Caricaturas del frío en una fracción del cuerpo que se ha transformado en la cursi excusa de un encuentro en las aldabas de un pueblo que ya extraño. Y el pueblo lo compone la gente y, por bueno o malo vos sos una gente, como te lo he dicho". S. Sánchez
En este oficio cantarle al amor es casi un asunto de
machos. Hay que soportar el frío de las madrugadas, los riesgos de la calle y
el rigor de trasnochar todas las semanas. Sin embargo, Esneda Ramos y Nancy
Aragón se abrieron paso en un gremio en el que el 90 por ciento son hombres y
se convirtieron en serenateras.
“En este trabajo de vez en cuando hay que aplicarse sus
traguitos, porque cuando toca, toca”, dicen estas dos cantantes de la noche.
Entre sí se conocen poco, pero sus carreras artísticas comenzaron de forma similar.
A los 19 años, Esneda participó en La hora de los
aficionados de Radio Cartago con Arráncame
la vida, versión de Toña la Negra. Ganó 10 mil pesos y una carta que la
acreditaba como profesional para cantar en cualquier emisora y, por supuesto,
para cobrar por dar serenatas. Eso fue hace 50 años.
A Nancy la fama le llegó en 1966. Tenía 18 años y
trabajaba como tiquetera en la empresa Transflorida de Cali. Mientras tarareaba
‘Quisiera ser la fina Madreselva’, un
par de músicos que la oyeron la invitaron a cantar en La voz de Cali.
En la primera serenata Nancy ganó 700 pesos y ahora cobra
90 mil por hora. Esneda y su trío cobran 150 mil pesos por una hora de 14
boleros. Ambas reparten el dinero con sus acompañantes y dan una cuota para el
centro artístico que las acoge por las noches.
Están dedicadas a componer el amor de otros entre
aguardiente, whisky y ron. Y a si
suene a contradicción, Esneda nunca ha intentado arreglar los sufrimientos de
su corazón. A los tres años de estar casada con un carnicero, que le prohibió
dar serenatas, decidió irse con su hijo y volver a la música. “Jamás busqué
otro hombre”, cuenta. Reafirma con seguridad que a sus 69 años está muy vieja
para que la anden conquistando.
La historia de Nancy fue distinta. En uno de los centros
artísticos donde trabajaba conoció a Lucho Puertas, un puntero que cantaba
solo. Él le propuso que fuera su guitarra marcante y también su melodía. Así
conformaron un dueto que ya cumple 14 años de matrimonio.
“Mujer,
ni de riesgos”
“Este gremio es muy machista. Si no se es mujer de un
músico, no la reciben en un centro”, asegura Nancy.
“Una mujer, ni de riesgos. Usted disculpe, pero mi esposa
es muy celosa”, le han dicho los clientes a Esneda. Con calma ella les pide que
la dejen cantar primero. “Así me los convenzo y me gano la serenatica”, agrega.
La jornada a veces termina a las 4:00 a.m., pero a las
8:00 a.m. están en pie para cumplir con las labores del hogar. “Claro que ese trote ya no es como cuando era
joven. A eso de la 1:00 p.m. empiezo a
cabecear”, explica Esneda.
Su hijo ahora está
en España y le prometió que apenas se organice le girará para que se retire de
la vida artística.
A Nancy no le da miedo quedarse sin voz, porque ha
negociado de todo, desde ropa hasta empanadas.
Por ahora siguen soportando el frío de la madrugada y
amando su oficio con la pasión de un bolero.
Texto publicado en El Tiempo Cali el 4 de mayo de 2004.
uyyy el tiempoooo... esa parte de ti mi querida amiga no la conocía pero me enorgullece hasta lo insondable...
ResponderEliminarEn cuanto a la historia que berraquera como cuentas el amor de Nancy y Lucho: es de esas frases que lo dejan a uno listo para el flechazo final.
Música y deliciosas letras... gracias por desenpolvarte!!!
y es que decir bolero eriza la piel...
ResponderEliminarque bueno saber de las serenateras... me encanta! buenos boleros para fraguar una noche entretenida, negris!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAterrizando vía Natalia Cuartas. Conociendo las letras de Angela (*) Hurtado y descubriendo a Toña. Buena "croniquilla". (Y es que le había cambiado el nombre a la autora)
EliminarGracias por sus comentarios, esta fue una 'croniquilla' desempolvada de mi etapa preperiodística. Saludos a JR.
ResponderEliminarPues voy a decirle a gmail o gooogle que me avise cuándo le responden a uno los comentarios en los blogs. Si avisan?
ResponderEliminarAterricé hoy por aquí de panzazo y recordé que aquí dejé algo que ya debía ser cenizas. Encontré la respuesta. Esta es mi huella, la leí.
Hay etapa periodística? Postperiodística?
JR.
Claro que hay etapa periodística. ¿Posperiodística? no sé. Vamos a ver si gmail le responde a tus huellas.
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